Galgo dormido, 2012
Acrílico y óleo sobre lienzo, 73 x 54 cm.
En la última sesión detallo la complicada parte de las patas, acabo el fondo y doy los últimos retoques para terminar este galgo dormido. Este galgo tiene nombre de persona, se llama Antonio, y aunque aquí aparezca quieto, descansando, verlo en movimiento, corriendo, es un espectáculo prodigioso, un derroche de vitalidad y energía. Su dueña, Margara, lo recogió, abandonado en una carretera, salvándolo probablemente de un casi seguro atropello mortal. Según cuenta Margara, los galgos son los perros que más se abandonan una vez que a sus dueños ya no les sirven para la caza ni las carreras.
(detalle)
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